Los problemas de Salud Mental afectan a un 20% de las mujeres en algún momento de la maternidad, según el último informe (“Review of the National Chilbirth Trust Hidden Half report and GP consultatión”) del Centre for Mental Health del Reino Unido.
Este estudio concluye que ese tanto por ciento de mujeres se ven afectadas en algún momento de la maternidad, entendida desde el inicio del embarazo hasta el primer año de vida del bebé, por algunos problemas como ansiedad y depresión de leve a moderada o por problemas más importantes de salud mental como el trastorno bipolar, el trastorno por estrés postraumático o la psicosis post-parto.
Éstos problemas pasan muchas veces desapercibidos a pesar de que las madres están en contacto con los servicios de salud. Aproximadamente la mitad de las madres que los padecen, pasan inadvertidas . Esto hace que no reciban ningún tipo de ayuda psicológica, lo que a su vez favorece el agravamiento de dichos problemas.
La depresión posparto es bastante frecuente y tiene solución. Las madres tienden a sentirse culpables porque el término se ha vulgarizado y sobre “ depresión posparto “ se ha creado un estereotipo confuso. Por ello, muchas mujeres no se atreven hablar de sus síntomas y de su angustia. Sin embargo es prioritario comunicarlo y recibir ayuda especializada cuanto antes.
Durante el embarazo y el posparto se producen una serie de cambios hormonales, bioquímicos y psicosociales que pueden propiciar la aparición de trastornos del estado de ánimo.
Los médicos de familia destacaron la importancia de crear un ambiente seguro y relajado en el que las madres no se sintieran estigmatizadas, ya que el miedo al juicio, la culpa y la vergüenza parecen las principales causas para no revelar sus dificultades. Para que esto ocurra también es necesario que a estas madres les dediquemos un tiempo para hablar con ellas, tiempo separado del dedicado al bebé.
La atención perinatal a las madres, ayuda a la hora de prevenir depresiones, en las cuales los sentimientos de ansiedad y tristeza pueden llevar incluso a que la madre se sienta incapacitada para cuidar a su bebé o para cuidarse ella misma.
Tener una buena relación con el médico de familia se considera el factor fundamental que permite a las madres hablar de todas sus dificultades en este periodo y así poder ser derivadas a la consulta de Psicología.
Sin tratamiento, la depresión posparto y los trastornos emocionales asociados a la maternidad pueden durar incluso años en interferir en la capacidad de comunicación madre-hijo, lo cual, inevitablemente , influirá en el desarrollo emocional del bebé.
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